EE.UU. reiteró que no estuvo detrás de la llamada ‘Operación Gedeón’ y afirmó que el gobierno en disputa de Venezuela busca distraer la atención de la crisis humanitaria que sufre el país. Por su parte, Rusia señaló que el incidente supone una «amenaza directa» para la estabilidad regional.
WASHINGTON – A raíz de la reciente incursión en costas venezolanas, Estados Unidos y Rusia volvieron a airear este miércoles sus desavenencias con respecto al gobierno del presidente en disputa, Nicolás Maduro, en el marco del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Los miembros del organismo celebraron una reunión extraordinaria a petición de Rusia, siguiendo una denuncia del gobierno en disputa respecto a la fallida operación en Venezuela, liderada por un exmilitar estadounidense.
Maduro acusa a EE.UU., Colombia y al gobierno interino de Juan Guaidó de estar detrás del operativo, que ha resultado en la captura de al menos 13 personas.
La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Kelly Craft, reiteró la postura de su gobierno de que no estuvieron involucrados con la incursión militar y calificó la carta del embajador de Venezuela ante la ONU denunciado los hechos como “un conjunto de acusaciones fantásticas y mentiras demostrables”.
“Las únicas naciones que violan la soberanía de Venezuela son Rusia y Cuba”, señaló Craft en la reunión que se llevó a cabo de manera virtual.
Por su parte, el representante de Rusia, pidió al organismo condenar los hechos en Venezuela, alegando que constituyen una violación a la carta de las Naciones Unidas.
El embajador de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, quien representa al gobierno en disputa de Maduro ya que el organismo no reconoce a Guaidó como presidente legítimo, fue más allá y aseguró que si EE.UU. interviene en el desembarco de los buques, se interpretaría como «un acto de guerra».
“Un bloqueo naval es un acto de guerra bajo el derecho internacional, particularmente sino está autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU”, defendió Moncada.